Todo aquel que haya montado una empresa sabe de la importancia de contar con una secretaria en sus filas. La empresa realiza un trabajo pero, a su vez, la propia empresa es un trabajo en sí misma. Eso significa que alguien debe encargarse de atenderla adecuadamente mientras el resto de profesionales se dedica a realizar las labores con las que la empresa obtiene sus ingresos. Dado que la función de una secretaria no genera beneficios económicos directos a la entidad, algunos empresarios deciden prescindir de sus servicios, repartiendo esas tareas internas entre los trabajadores, lo cual provoca no solamente un aumento de la carga de trabajo, sino que la dificulta con las interrupciones que éstas generan. A todos nos ha pasado el recibir una llamada mientras disfrutábamos de una película o una romántica cena, rompiendo el momento. La concentración en el trabajo es uno de esos momentos.Sigue leyendo