La Navidad es un periodo de paz, amor y amistad. Los niños tienen vacaciones y las familias comen juntas, pero los empleados de muchas empresas se ven desbordados ante la cantidad de trabajo de una campaña cada vez más temprana por influencia del Black Friday. Ante la avalancha de la compra de regalos es necesario gestionar la logística con anterioridad y adecuar la actividad de la organización al ritmo trepidante necesario para hacer frente a todos los pedidos. Por eso, muchas pymes, autónomos y cualquier empresa que no cuente con un departamento especializado se decantan por contratar a una secretaria virtual en la campaña de Navidad para poder centrarse en su trabajo.
Una buena campaña navideña resulta fundamental para el desarrollo futuro de las empresas. Porque, de lo que se siembra en estas heladas fechas, florecen cosechas antes de que llegue la primavera. Sirve para fidelizar a nuestros clientes a la vez que es un momento óptimo de expansión. Pero ojo, con tanta fiesta es fácil descuidar a la clientela y dejarlos en manos de la competencia.
Como hemos visto, la palabra vacaciones no va asociada a Navidad en el mundo empresarial. El incremento en el volumen de compras obliga incluso a muchas compañías (sobre todo las relacionadas con el comercio, tradicional u online) a reforzar sus plantillas para hacer frente a la cantidad de trabajo que se acumula en muy pocos días. El objetivo último es satisfacer a unos clientes más exigentes si cabe que en otras fechas, a la vez que mantener un equipo de trabajo unido y sin estrés.
Ocurre lo mismo en las pequeñas empresas o en los negocios dirigidos por autónomos. Para aquellos cuyas agendas se saturan por estas fechas debido a su actividad de negocio, ¿qué mejor regalo que alguien que se dedique a organizar, atender el teléfono y concertar citas? Con una ayuda así, el responsable del negocio puede centrarse en su trabajo y a la vez encontrar momentos para hacer sus compras personales.
una secretaria virtual, el mejor regalo de navidad
El regalo en este caso llega desde la «nube» del cielo de Internet. Las secretarias virtuales surgieron para ayudar a aquellas pymes y trabajadores por cuenta propia en sus tareas de gestión de tareas y atención telefónica a clientes. Su productivo servicio a lo largo del año alcanza su mayor importancia cuando llegamos a las últimas semanas del mismo.
Para algunos, ésta es la época de mayor volumen de trabajo y bonanza económica. Por tanto, se suelen ver desbordados por los pedidos y solicitudes de sus productos, sin poder atenderlas todas de manera adecuada. La solución pasa por contar con los servicios de una secretaria virtual. El número de pedidos en estos días se multiplica, complicando en exceso el curso normal del trabajo. Lo habitual es aumentar la plantilla para que realicen acciones de entrega o de venta. El problema es que se necesita delegar otras labores en manos más profesionales para poder encargarse de organizar convenientemente el óptimo funcionamiento de la fuerza de trabajo. Precisamente, ésa es la especialidad que aportan las secretarias virtuales a este tipo de negocios: experiencia ilimitada y contrastada en la gestión de las campañas y atención educada y profesional de llamadas.
Otros también están desbordados por una tormenta festiva y laboral que interrumpe el ritmo de su trabajo. Las secretarias virtuales prestan el apoyo necesario para acometer esas tareas, liberando la pesada carga de actividades extras que los cansados hombros de los empleados tienen que soportar con la llegada del solsticio de invierno. La empresa poco puede hacer por evitarles el agobio de gente enlatada recorriendo calles asfixiadas, los machacones villancicos repicando sus campanas y repitiendo la letanía de sus cantinelas de tienda en tienda o los excesos gastronómicos y etílicos característicos de estos festejos. Pero las secretarias virtuales pueden cuidarlos dentro de la empresa, encargándose de la organización de las actividades y dejándolos disfrutar del olor a mazapán, canela y fruta escarchada inherente a estas fiestas.
Y los clientes agradecerán no verse colgados del teléfono todo el rato. Además, una voz agradable y profesional en medio de la vorágine y ajetreo de diciembre suena a canto de ángel comparado con la tensión estresante de quien está sumergido en las farragosas tareas del período hiemal.