Al término de la última gran guerra europea, las empresas iniciaron la reconstrucción económica sobre una base interna, para no depender de agentes externos que ralentizaran este proceso. En un primer momento, los resultados fueron mejor de lo esperado. Pero pronto la tecnología aceleró su crecimiento y muchas de estas empresas se vieron corriendo el riesgo de quedarse obsoletas con sus métodos de trabajo. El problema principal residía fundamentalmente en los costes de actualizarse. Y así nació el outsourcing.
Antiguamente, cuando un trabajador decidía montar una aventura empresarial por su cuenta, bien como autónomo o bien vía pyme, necesitaba realizar tareas para las que no estaba capacitado. Pero ahora, gracias a la externalización de servicios, podemos obtener un incremento en la eficiencia y productividad de todas esos procesos secundarios pero vitales para el correcto funcionamiento de un negocio. Y, lo más importante, reduciendo costes.
¿Por qué externalizar la atención del teléfono?
Contratar un servicio de atención telefónica externo se está convirtiendo en un importante factor clave de desarrollo para todos aquellos que no disponen de los medios necesarios para afrontar la demanda de servicios en el mundo económico actual.
Por otro lado, un servicio telefónico externalizado beneficia al flujo de trabajo, al permitir desligarnos de realizar tareas auxiliares, pudiendo así concentrarnos en las labores fundamentales de nuestro negocio. El rendimiento de nuestras acciones ya no estará dividido y así podremos dar el 100% de nuestro esfuerzo en el campo que somos expertos. La mayoría de las veces no ofrecemos una atención telefónica adecuada simplemente por el hecho de estar ocupados realizando otro tipo de actividad.
La externalización de la atención telefónica permite cuidar adecuadamente este aspecto crucial, redundando positivamente en nuestra imagen y reputación ante los clientes.
Otra ventaja más del empleo de servicios de atención telefónica externos es que optimiza e incrementa la productividad en la primera toma de contacto que van a tener quienes estén interesados en contratar nuestros servicios, pues serán tratados de la mejor manera posible por profesionales de este sector. Las gestiones se agilizarán enormemente y, lo más importante, ofrecen un servicio de respuesta rápida en todo momento. Podemos estar en una reunión, en una zona de escasa cobertura o quedarnos sin batería que todas las llamadas que recibamos serán atendidas en el acto, con un trato educado y gestionadas con la calidad necesaria para el óptimo rendimiento de nuestro trabajo. Externalizar el servicio telefónico nos devuelve el absoluto control sobre nuestro negocio.
Sin duda alguna, disponer de este tipo de servicios representa una clara ventaja competitiva a la hora de flexibilizar la productividad. No nos hará falta tener unas instalaciones de gran tamaño y no tendremos gastos de adquisición de material o personal para poder ofrecer una sólida imagen profesional a nuestros clientes. El beneficio es total. Pues, como hemos dicho, es positivo tanto para la empresa como para la satisfacción de nuestros usuarios.
Finalmente, la externalización de la atención telefónica resulta ventajosa en términos de gasto. En primer lugar, pone a nuestra disposición un equipo de profesionales de manera inmediata, ahorrando tiempo de formación y contratación. No hay que invertir recursos ni realizar un esfuerzo extra para instalar un servicio de atención telefónica dentro de la empresa. Otra de sus ventajas es que transforma unos costes fijos en variables. Los gastos de personal y de supervisión se verán reducidos cuantitativamente al no ser empleados internos de la empresa. Es decir, que a medida que se maximiza la productividad, disminuye el coste interno. Eso repercute en una mejoría de la economía de escala. La externalización nos permite expandirnos de un modo competente, seguro y económico a la vez que recompensa la satisfacción de nuestros clientes y facilita la óptima realización de nuestro trabajo.