Cuando alguien se siente pleno y dichoso de felicidad, decimos que está en una nube. Y no es ninguna exageración. Pues en esa condensación de vapor acuoso, habitan los espíritus celestes.
Sin embargo, este post no trata de teología o meteorología. La nube a la que nos referimos no es más que el nombre que se le da al procesamiento y almacenamiento masivo de datos en Internet. Su aparición causó una revolución mayúscula en el mundo informático. Ya no era necesario acceder a tu ordenador para poder encontrar la información necesaria. Ahora se podía hacer desde cualquier computadora o dispositivo móvil.